Si cada vez que subo a un autobús, entro a una tienda o camino por la calle no hubiese nadie mas que yo, mi sensación de soledad sería angustiosamente abrumadora. La soledad invisible es una reflexión y una experimentación lúdica sobre la paradoja de que cada vez tenemos mas vínculos, mas relaciones, estamos en contacto con un mayor número de personas en un intento por mitigar la sensación de soledad, y sin embargo no reparamos en la nutrición que nos proporciona el hecho de estar, permanentemente, compartiendo espacios con personas absolutamente desconocidas.
“La vista es nuestro sentido principal, al privarnos de ella dejamos espacio para que el resto de los sentidos tome protagonismo y nos permita experimentar sensaciones que normalmente pasan desapercibidas. En la vista están la mayoría de nuestros prejuicios, por eso pasado cierto tiempo con los ojos vendados experimentamos una sensación de atemporalidad sin juicio que nos permite estar de manera mas presente y genuina con lo que nos ocurre dentro y percibir que las personas que nos rodean, aun sin verlas ni conocerlas, forman parte de nuestro espacio emocional”.
Texto, creación y dirección: David Roldán-Oru y Javier Marquevichi.
Estrenado en la Sala Umbral de Primavera dentro del Festival Surge Madrid de Nuevos Creadores 2016.